Técnica para tener claridad en tu camino
- Despertar Dimensional
- hace 12 minutos
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Hace unos años, un chamán de Honduras me enseñó una técnica extremadamente útil que te da claridad en tu camino y disuelve el estrés y la ansiedad. Ha tenido un efecto muy profundo en mi vida y hoy me gustaría compartirlo contigo.
Como gran parte de la sabiduría curativa que proviene de las culturas nativas, esta enseñanza comenzó con una observación sobre la naturaleza.
Mientras estábamos sentados juntos, el curandero me preguntó qué sentía por los ciervos. Sí, nuestros peludos amigos de cuatro patas que retozan en el bosque.
Me explicó que son un poderoso animal de poder y un gran modelo del que los humanos podemos aprender.
«Un ciervo sabe que es un ciervo. No tiene conflictos internos sobre su pasado, su propósito, sus necesidades o su destino. Vive el momento y es 100% ingenioso en todo momento, minuto a minuto, sus sentidos completamente agudos, su enfoque puro y sin cargas».
¿Puedes decir que pasas la mayor parte del día así? ¿O incluso sólo una hora? Algunos dirán que ni siquiera es posible en el mundo actual.
Aunque no seamos capaces de vivir con la mente completamente despejada y abierta como nuestros peludos congéneres, SÍ PODEMOS empezar a cultivar tramos más largos de esta pureza en nuestras vidas.
¿Cómo lo hacemos?
Una técnica ancestral:
La siguiente práctica consiste en darse cuenta y evitar descarrilarse mental y emocionalmente.
¿Qué quiero decir con la palabra «descarrilado»? Me refiero a cada vez que te dejas distraer por pensamientos que no te sirven.
Por ejemplo, te levantas y estás teniendo una hermosa mañana hasta que te ves en el espejo y notas algo que no te gusta. «Vaya, me estoy poniendo... (rellena el espacio en blanco con tu manía personal sobre ti mismo: viejo, gordo, flaco, calvo, feo, pálido, estúpido...)».
Esta es la brillante señal de desvío que te llama para que dejes de recorrer tu camino de paz y empieces a dedicarte al autoanálisis negativo. La mayoría de las veces ni siquiera nos damos cuenta de esta señal de tráfico, sino que salimos volando de la autopista hacia el valle de la espiral descendente.
Esto puede ser un diálogo de 5 a 10 minutos contigo mismo, cargado de pensamientos bajos, que mina tu energía durante una hora, y a veces durante todo el día.
El espejo es sólo un ejemplo, pero podría ser una llamada telefónica, un mensaje de texto, un inconveniente menor que desencadena una respuesta de estrés o el producto de darle demasiadas vueltas a tu vida con un cerebro ocupado en lugar de simplemente estar en el momento.
Hay muchas maneras de llegar, pero el destino es el mismo. Descarrilado.
A medida que trabajas con ellos, empiezas a ver estos desvíos mentales como lo que realmente son: barrotes invisibles de una jaula que aprisiona a tu verdadero yo.
He aquí cómo me enseñaron a abordar estos escurridizos escollos y a romper las cadenas.
1) Elige una hora del día. No es necesario que sea un momento tranquilo o libre de distracciones. Esta práctica se realiza mejor durante tu vida cotidiana. Puedes estar en el trabajo, con la familia, haciendo las tareas domésticas, de excursión... lo único que importa es que empieces esta hora con un estado de ánimo positivo y feliz.
2) La práctica en sí es sencilla. Lo único que quiero que hagas durante los próximos 60 minutos es que te mantengas lo más tranquilo posible. Lo único que tienes que hacer es prestar atención a tus pensamientos y anotar suavemente los momentos en los que caes en la autoconversación negativa o te descarrilas.
No es necesario que este descarrilamiento sea grave para que se considere como tal; puede ser tan sutil como un juicio de dos segundos o un breve momento de ansiedad.
Para ser claros, esta práctica no se trata de trabajar con el patrón de pensamiento negativo en absoluto. Simplemente estamos haciendo un inventario de lo que surge en nuestra periferia en el transcurso de una hora de vida cotidiana. Cuanto más emocionalmente neutral seas, más información recogerás.
El chamán me dio este consejo antes de empezar:
«Observamos nuestros pensamientos como un niño en la orilla de un río toma nota de lo que pasa flotando. Curioso, incluso juguetón, pero sin ataduras».
Es posible que quieras anotar estos desencadenantes negativos para poder trabajar con ellos más adelante, pero esto es completamente tu elección.
Este hábito de vida me ha ayudado de dos maneras fundamentales:
Estos puntos de interrupción mientras caminamos por la vida son grandes entradas o portales hacia un trabajo interior más profundo MÁS TARDE.
El simple acto de observar y reconocer tus desencadenantes con una mirada abierta y neutral puede sanarlos de maneras que tu cerebro no puede cuantificar. La luz de la conciencia es curativa en sí misma.
Si te apetece, me gustaría retarte a una de estas poderosas horas de autodescubrimiento. Cualquiera puede hacerlo, y los beneficios para el cuerpo y el alma pueden ser extraordinarios.
Sí, es trabajo. Pero es uno de los trabajos más gratificantes que conozco.
Nick Polizzi
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