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¡Feliz Día Internacional del Yoga!

El Día Internacional del Yoga, que se celebra anualmente el 21 de junio, fue designado por primera vez por la Misión Permanente de la India ante las Naciones Unidas en 2014.



Pero, ¿por qué practicar Yoga? Todos exploramos el Yoga por diversas razones: para controlar el estrés, para una experiencia de autorrealización o incluso de autorrealización. No importa cuál sea tu intención al practicarlo, cualquiera que viva las enseñanzas del Yoga acabará por calmarse y equilibrarse interiormente. Te conviertes no sólo en alguien emocionalmente maduro, sino en alguien que está en profunda alineación con las leyes del universo. Es importante recordar a los lectores aquí que, como muchos de ustedes probablemente saben, el Yoga no es simplemente un ejercicio físico. Es una antigua filosofía y enseñanza extraída de las escrituras védicas. Mientras que la idea del Yoga ha sido apropiada en Occidente como ejercicio, es en realidad un sistema de aprendizaje e instrucciones para vivir que nos muestran cómo evolucionar nuestra conciencia, para que podamos convertirnos en agentes de facilidad, felicidad y bienestar para todos los seres en este universo.


Al igual que las otras ciencias védicas del Ayurveda (un estilo de vida equilibrado que conduce a la armonía en mente, cuerpo, espíritu y medio ambiente) y el Advaita Vedanta (un camino de disciplina y experiencia espiritual), el Yoga nos invita a aprender estas enseñanzas no sólo para nosotros mismos, sino en última instancia para convertirnos en embajadores de esta ciencia para todos los que sufren. Si nos dedicamos a nuestro aprendizaje y a nuestro crecimiento interior, seremos capaces de llevar esa luz al mundo y a todos sus habitantes.


Las enseñanzas que pretenden hacer de nosotros un animal evolucionado y sensible comienzan con los Yamas y Niyamas, esbozados en los Yoga Sutras de Patanjali, que son instrucciones para vivir. Cuando examinamos y refrenamos nuestros propios órganos sensoriales e impulsos básicos, ayudamos a crear las condiciones para un planeta en el que sea posible una mayor conciencia. Sin Dharma -ética y rectitud y liberación del sufrimiento para todos los seres- no hay Yoga. Si conseguimos que el Dharma sea nuestra ancla colectiva, podremos señalar al mundo que el Dharma no tiene por qué ser algo a lo que aspiramos, sino algo de lo que emergemos. No sólo hablamos de él, lo vivimos.


Feliz solsticio de verano y Día Internacional del Yoga. Que las enseñanzas de esta práctica te apoyen en tu evolución.


Acharya Shunya

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