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Sanando de las 5 heridas femeninas fundamentales 🌹💙🌹



¿Te has preguntado alguna vez por qué silencias tu voz y te haces el pequeño, a pesar de lo mucho que puedes ofrecer?


¿O por qué te aferras a sentimientos de vergüenza e indignidad y opacas tu verdadera expresión, aunque sabes que hay grandeza dentro de ti?


¿O por qué te cuesta decir no y establecer límites claros, aunque sabes que son sanos e importantes?


¿O por qué te reprimes por miedo, mientras anhelas algo más auténtico, algo más verdadero para ti en lo más profundo de tu ser?


Para muchos de nosotros, la respuesta es que nos aferramos a heridas que afectan a nuestras vidas tanto de forma evidente como sutil. Algunas heridas son muy visibles y su impacto en nuestras vidas es evidente, otras están ocultas en lo más profundo de nuestro ser y siguen dirigiendo nuestras vidas a un nivel más subconsciente.


Muchas de nuestras heridas tienen su origen en experiencias de la primera infancia, mientras que otras las hemos heredado de nuestros antepasados o las arrastramos de vidas pasadas.


También existen lo que yo llamo heridas centrales femeninas: heridas que nos afectan a las mujeres debido a nuestra constitución biológica única y a experiencias específicas derivadas de vivir en un paradigma patriarcal despectivo, represivo y abusivo durante miles de años.


A continuación ennumero las 5 heridas fundamentales femeninas:


  1. La herida de la madre, que trata de nuestras relaciones con nuestras propias madres, así como de nuestras experiencias de la maternidad en sus múltiples formas;

  2. La herida de la hermana, que trata de nuestras experiencias con otras mujeres y toda la comparación, crítica y competencia que conlleva;

  3. La herida del cuerpo, relacionada con las estrechas nociones de belleza y atractivo que dictan muchas de nuestras vidas, la sobremedicalización del embarazo y el parto y la actual amenaza a la autonomía corporal;

  4. La herida de la menstruación, que se centra en la vergüenza de la sangre menstrual y la necesidad de ocultar nuestros ciclos mensuales y nuestra desconexión;

  5. La herida del útero, que se centra en nuestra desconexión de estos calderos sagrados de sabiduría y poder y en el hecho de que se nos ha hecho olvidar este poder y


Si alguna(s) te resuenan, es tiempo de empezar a encarlas y trabajar con suavidad y constancia en ellas. Son grandes impedimentos en nuestro camino.


Este es un podcast (en inglés) al respecto por Emmi Mutale, Feminine Revered.





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