Oración budista de curación y sabiduría de un maestro zen

Oración budista de curación y sabiduría de un maestro zen

Hace unos años, uno de los maestros zen más influyentes de nuestro tiempo, Thich Nhat Hanh, abandonó su cuerpo físico a los 95 años. Conocido cariñosamente como el «padre de la atención plena», su sabiduría sigue viva y continúa sanando e inspirando a millones de personas en todo el mundo.

Para celebrar su vida, he incluido a continuación una poderosa oración budista. Pero antes, he aquí algunos consejos de Thich Nhat Hanh sobre la «forma correcta de rezar».

Cuando leí por primera vez estas palabras suyas, me dejaron boquiabierto.

«Si estás en una orilla y quieres cruzar a la otra, tienes que utilizar un barco o cruzar a nado. No puedes limitarte a rezar: '¡Oh, otra orilla, por favor, ven aquí para que yo pueda cruzar! Para un budista, rezar sin practicar no es rezar de verdad.

«En una oración real, sólo pides las cosas que realmente necesitas, las que son necesarias para tu bienestar, como paz, solidez y libertad... libertad de la ira, el miedo y el ansia. La felicidad y el bienestar no son posibles sin paz, solidez y libertad. La mayoría de nuestros deseos no son para nuestra paz, solidez y libertad.

«Mientras rezas, eres profundamente consciente de lo que realmente necesitas y de lo que es sólo el objeto de tu deseo. Este tipo de oración es la luz de Dios que brilla sobre ti, indicándote el camino a seguir para obtener paz, solidez y libertad. En una verdadera oración, también tocas las semillas sanas de tu conciencia y las riegas. Son semillas de compasión, amor, comprensión, perdón y alegría.

«Si mientras rezas puedes reconocer estas semillas en ti y ayudarlas a crecer, tu oración ya es una práctica profunda».

Espero que esta profunda reflexión haya tocado algo dentro de ti, como lo hizo conmigo. He aquí una oración budista por el amor y la compasión que encarna las palabras de Thich Nhat Hanh arriba citadas.

Las nueve oraciones

Que mi cuerpo y mi espíritu sean pacíficos, felices y ligeros.

Que esté libre de lesiones. Que viva con seguridad.

Que me libere de la perturbación, el miedo, la ansiedad y la preocupación.

Que aprenda a mirarme con los ojos de la comprensión y el amor.

Que pueda reconocer y tocar las semillas de la alegría y la felicidad que hay en mí.

Que aprenda a identificar y ver las fuentes de la ira, el ansia y la ilusión en mí mismo.

Que sepa alimentar cada día en mí las semillas de la alegría.

Que pueda vivir fresco, sólido y libre.

Que pueda estar libre de apego y aversión, pero no ser indiferente.

A honrar y alimentar la luz del alma que vive dentro de ti.

Nick Polizzi