💲 La felicidad y la abundancia son trabajos internos - Júpiter
- Despertar Dimensional

- 30 sept
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A medida que septiembre da paso a octubre, nos encontramos en plena «temporada retrógrada», cuando los planetas más lentos han cambiado a un movimiento (aparente) hacia atrás. Plutón siempre lidera el giro del grupo y, en la actualidad, el único planeta exterior que sigue en movimiento directo es Júpiter, que orbita a través de Cáncer, el signo de su exaltación.

Mientras avanzamos con dificultad en estos tiempos difíciles, la incertidumbre, la ansiedad y la ira parecen dominar todas las conversaciones, todos los titulares y todas las noticias. Cuando nos vemos atrapados en bucles de negatividad y predicciones apocalípticas, puede resultar difícil recordar —y reconectar con— todas las cosas maravillosas que siguen sucediendo, tanto en el mundo exterior como en nuestra vida interior.
Y, sin embargo, la felicidad forma parte de nuestra naturaleza esencial. Al menos eso es lo que cree el Dalai Lama. «La capacidad de ser feliz está en la naturaleza de todos», afirma.
Su Santidad el Dalai Lama considera que la felicidad es una labor interna, independiente de los templos, la riqueza o las circunstancias externas. La verdadera fuente de la paz interior proviene de cultivar la compasión por los demás. La alegría genuina, dice, surge cuando cambiamos nuestro enfoque de las preocupaciones egocéntricas al cuidado de los demás. En última instancia, la felicidad no es un sentimiento, sino una práctica.
Para encontrar esas palabras clave en una carta astral, ¿dónde buscarías?
La felicidad podría ser el Sol, pero también podría ser Júpiter, el eterno optimista de la astrología. Júpiter se asocia con la sabiduría, el aprendizaje superior, la filosofía, la espiritualidad y esos momentos de revelación en los que sientes que has descifrado el código secreto de la vida.
Júpiter es el planeta de la generosidad, la buena fortuna, la expansión y la visión global cuando todos los demás entrecierran los ojos para distinguir los detalles.
Con Saturno, Quirón, Urano, Neptuno y Plutón en retroceso, invitándonos a revisar y liberar, Júpiter se erige como un faro cósmico que nos guía a través de la densa niebla. El planeta de la esperanza, la expansión y el idealismo tiene la versión del director de la película con final feliz que tanto necesitamos en este momento.
Júpiter también rige la fe, la gratitud, el optimismo, la inspiración, las enseñanzas sabias, la benevolencia y la abundancia. Y solo él puede recordarnos que, incluso en tiempos oscuros, todavía hay momentos de bondad inesperada, razones para sentir gratitud y oportunidades para crecer y aprender.
Volviendo a esas palabras clave astrológicas, ¿qué planeta se asocia con comprometerse con algo y convertirlo en una práctica? Saturno, por supuesto. El día en que Júpiter finalmente se pone retrógrado (11/11), lo hace en un trígono perfecto con Saturno, ambos a 25º (Cáncer y Piscis, respectivamente). La promesa planetaria no podría ser más clara, ni más auspiciosa.
Suzanne Gerber





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