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Hemos estado viviendo en un mundo inverso


Los Cherokee tienen un dicho: «La vocación más elevada de una mujer es conducir a un hombre a su alma, para unirlo con la Fuente. Su vocación más baja es seducir, separar al hombre de su alma y dejarlo vagando sin rumbo. La vocación más elevada del hombre es proteger a la mujer, para que sea libre de caminar por la tierra sin sufrir daños. La vocación más baja del hombre es emboscar y forzar su entrada en la vida de una mujer».


En un curso de visión remota que alguien comentó, hablaron de cómo cuando hacemos visión remota necesitamos que el Cerebro Derecho (lado femenino que es creativo, intuitivo) esté a cargo de recibir las impresiones. Luego esa parte del cerebro se la pasa al Cerebro Izquierdo (lado masculino, analítico y lógico) para que haga un mapa de las impresiones. Pero luego el Cerebro Izquierdo tiene que devolvérselo al Derecho y volver a comprobar que lo ha hecho bien. El cerebro femenino tiene que guiar, el masculino sigue su guía y luego vuelve a comprobar con ella que lo ha hecho correctamente.



Hemos estado viviendo en un mundo inverso en el que lo masculino ha estado dominando y dirigiendo y también se ha vuelto abusivo - violando, matando, conquistando, clamando por el poder. Y esto en todos los humanos.


Incluso en nuestra ascendencia vemos que el nombre del Padre se transmite y las líneas de la Madre a menudo se olvidan. Pero si la Madre está más conectada con lo Divino, ¿por qué se la olvida?


Podemos hacer la misma pregunta a la Biblia, que concibe la Trinidad como Padre, Hijo y un Espíritu Santo del que se nos ha dicho en gran medida que no tiene sexo. Podemos preguntar a todas las religiones patriarcales del mundo: ¿qué pasó con la Madre, aquella cuyo vientre dio a luz a toda la creación? ¿Aquella cuyo vientre dio a luz incluso al propio Dios? Se la conoce como Theotokos, la Portadora de Dios, un título de la Virgen María. Pero es un título apropiado para todas las Diosas Madre de todos los tiempos.


Para ser claros, todos tenemos lo masculino en nosotros y todos tenemos lo femenino en nosotros. Así que esto no es sólo acerca de los hombres - se trata de la esencia masculina en la tierra y en todos nosotros. Personalmente conozco algunos hombres que honran a la Divina Femenina de una manera no-extractiva más que algunas mujeres que conozco. Esto va más allá del género, se trata de la humanidad como un todo.


Hay tantos cambios que necesitamos- pero para mi y mi trabajo- me enfoco en el mito, el despertar y el trabajo de sombra. El mito es lo de arriba (mitos de las constelaciones) que refleja lo de abajo. El trabajo de sombras nos ayuda a trabajar en lo de abajo (dentro) para que podamos ver y dar a luz nuevos reflejos arriba. Para mí, trabajar en ambos es el punto dulce del cambio de conciencia -colectiva y personalmente- cuando lo de arriba y lo de abajo se funden en el lugar del Corazón. El único lugar desde el que pueden producirse la curación y el despertar verdaderos.


No olvidemos esto, el cuál explica todo y es mi máxima:


Como es arriba, es abajo

Como el interior, el exterior

Como el Universo, así el Alma

~Hermes Trismegisto



Divine Harmony, monica a.

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