El papel de los chamanes

¿Qué hacen los chamanes?

Trabajan para mantener o restablecer un equilibrio armonioso entre los seres humanos y el resto de la naturaleza a través de poderosas conexiones con espíritus ayudantes. Para ello es necesario dominar y recordar las técnicas del viaje.

Un viaje chamánico es un estado de trance inducido intencionadamente por una actividad que altera la mente, como un movimiento rítmico o un sonido repetitivo, por lo general un tamborileo constante y sostenido. Con menos frecuencia, se ingiere una sustancia psicotrópica (aunque la mayoría de los occidentales de hoy creen que es así, no es absolutamente necesario). En su estado alterado de conciencia, utilizando técnicas disciplinadas, los chamanes pueden experimentar visiones de vuelo o de conexión con la Tierra y los Espíritus.

En sus viajes, los participantes piden a los espíritus animales o guardianes que aparezcan y les ayuden a encontrar la respuesta a una pregunta sobre su vida o sobre otra persona que haya solicitado ayuda. La curación es el principal trabajo chamánico. Esto incluye la curación de la Tierra y de sus plantas y animales. También incluye la curación humana, tanto la curación de disensiones en grupos como de enfermedades físicas y emocionales en individuos.

En la visión chamánica del mundo, se entiende que la enfermedad es el resultado de la pérdida de conexión con los espíritus de la naturaleza y la consiguiente pérdida de alma, individual o colectiva. Los viajes chamánicos nos llevan a lugares donde podemos recuperar fragmentos del alma perdida.

El viaje es útil para una amplia gama de propósitos prácticos, y la experiencia puede ser poderosa, a menudo sorprendiendo al principiante con la coherencia y la utilidad de lo que se revela.

Las personas aprenden con más fuerza de las formas que implican algo más que su intelecto. Recuerdan mejor lo que hacen que lo que leen o les dicen. Una educación eficaz debe tener un gran componente experiencial, y la práctica chamánica puede ser una experiencia totalmente atractiva.

"Los chamanes no son más que los instrumentos a través de los cuales actúa el poder del universo. Por lo tanto, pedir ayuda a los espíritus y confiar en que estarán ahí es la base de las responsabilidades del chamán. Recuerda, un instrumento no puede tocar solo". - Sandra Ingerman, consejera chamánica

Conciencia compartida

Ya hemos observado que esta percepción de la conciencia universal es el quid de la visión chamánica del mundo. Al entrar en el ojo agudo del águila, la gran fuerza del oso, el poder curativo de la hierba o el calor abrasador de la llama, el chamán nos muestra pasadizos hacia la sabiduría espiritual de las formas naturales. Los chamanes cambian de forma y nos enseñan que las fronteras entre las formas no son tan impermeables como parecen.

Dramáticamente, este antiguo conocimiento de que "no hay muro entre las especies", rechazado durante tres siglos por la ciencia cartesiana reduccionista, ha sido redescubierto en esta década por los biólogos moleculares. De acuerdo a Bruce Lipton:

Los recientes avances en la ciencia del genoma han revelado [que] los organismos vivos... en realidad integran sus comunidades celulares compartiendo sus genes. Se pensaba que los genes sólo se transmitían a la progenie de un organismo individual a través de la reproducción. Ahora los científicos se dan cuenta de que los genes se comparten no sólo entre los miembros individuales de una especie, sino también entre miembros de especies diferentes. El intercambio de información genética a través de la transferencia de genes acelera la evolución, ya que los organismos pueden adquirir experiencias "aprendidas" de otros organismos. Gracias a este intercambio de genes, los organismos ya no pueden considerarse entidades desconectadas; no hay muros entre las especies.

"Parece que cada proceso del universo que se puede observar objetivamente en el estado ordinario de conciencia también tiene una contrapartida subjetiva experiencial" en estados alterados.

Esta observación de Stan Grof sugiere una razón importante para la inclusión nuevamente de la práctica chamánica en nuestra sociedad.

Al ser afectivo y subjetivo, el chamanismo ofrece otra forma de conocernos, remontándonos a nuestros ancestros y su acercamiento a la naturaleza, a Pachamama y a los reinos sutiles.

The Pulse, John Broomfield