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Atreverse a ser vulnerable

La vulnerabilidad no es una debilidad, a menos que elijas no comprender su valor. La vulnerabilidad es la valiosa capacidad de estar lo suficientemente abierto al cambio.


Las vulnerabilidades de la mente humana forman parte del fortalecimiento del ser.


La vulnerabilidad es la valiosa capacidad de estar lo suficientemente abierto al cambio.


Como dijo un guru mio, ser vulnerable es ser capaz de sentirse cómodo en la incomodidad y la capacidad de entregarse.

Ser vulnerable es acceder a tu esencia femenina y conectar con tu corazón. Derribar tus muros a lo que sea que necesites dejar entrar y experimentar para seguir adelante, para sentir. Encontrar tu sabiduría en un punto neutro de calma y paz.



Ser auténtico, sin buscar ser perfecto

¿Por qué has perdido tanto tiempo intentando ocultar tu verdadero yo? En lugar de ser auténtico, aprendes a moldearte en diferentes formas que te permitan encajar para no ser visto como imperfecto. Te pones una tapadera para parecerte a aquellos a los que deseas parecerte.


  • ¿Se supone que tienes que estar impecable en todo momento?

  • ¿Por qué es tan difícil vernos imperfectos en un mundo lleno de imperfecciones?

  • ¿Qué ganamos juzgándonos innecesariamente todo el tiempo?

Nuestras imperfecciones pueden compararse a un camino áspero que parece poco atractivo por fuera, pero que por dentro es rico en amor, compasión y bondad. Es la puerta que querrías tocar, pero en ella está el amor que buscas. La compasión que necesitas y la conexión que anhelas.


Pero al hacer todo lo posible por cubrir tus imperfecciones en lugar de abrazarlas, no consigues utilizarlas para sacar el brillo que hay en ti y que está incrustado en tus imperfecciones.


Si fuéramos perfectos, no estaríamos escogiendo la experiencia humana para seguir aprendiendo y evolucionando. Si insistimos en controlar todo lo que sucede en el exterior mediante acorazarnos para evitar incomodidades, a que nos hieran, contactar con sentimientos no deseados, etc., estamos dejando de lado una parte de lo que nos hace verdaderamente humanos, con toda la gama que nos enriquece y nos hace crecer.


La vulnerabilidad es la base de una relación imperfecta, rica en amor, compasión y conexión. Aceptar nuestras vulnerabilidades permite abrir el corazón y abrazar en amor y compasión a los demás.


En su nuevo libro, Daring Greatly, Brené Brown describe la vulnerabilidad como "incertidumbre, riesgo y exposición emocional". Es esa sensación inestable que tenemos cuando salimos de nuestra zona de confort o hacemos algo que nos obliga a aflojar el control.


El libro de la Dra. Brown desmonta algunos mitos sobre la vulnerabilidad, el más popular de los cuales es que la vulnerabilidad es un signo de debilidad. Cuando pensamos en momentos en los que nos hemos sentido vulnerables o emocionalmente expuestos, en realidad estamos recordando momentos de gran valentía. Puede tratarse de grandes acontecimientos vitales, como la decisión de ingresar a un padre enfermo en un hospicio, pero también está presente en esos pequeños momentos de miedo que surgen cuando compartimos nuestros sentimientos con otra persona o pedimos perdón.


"Lo que la mayoría de nosotros no entendemos... es que la vulnerabilidad es también la cuna de las emociones y experiencias que anhelamos", dice la Dra. Brown. "La vulnerabilidad es la cuna del amor, la pertenencia, la alegría, el coraje, la empatía y la creatividad". Así que, aunque ir a esa nueva clase de yoga te resulte incómodo, también te estás abriendo a la oportunidad de hacer nuevos amigos y aprender un hábito nuevo y saludable. Pero si huyes en cuanto te asaltan esos temblores, sólo estás reforzando la voz de tu cabeza que te dice que no soy lo bastante bueno.


Lo que hacemos para evitar la vulnerabilidad

Esa inseguridad está presente en todos nosotros, y es tan fuerte que a menudo nos esforzamos por evitar situaciones que puedan hacernos sentir frágiles. En una charla de la Dra. Brown, describió las formas en que intentamos eludir la temblorosa sensación de vulnerabilidad. Nos "blindamos" emocionalmente cada mañana cuando afrontamos el día para evitar sentir vergüenza, ansiedad, incertidumbre y miedo. La armadura concreta cambia de una persona a otra, pero suele girar en torno a uno de estos tres métodos: esforzarse por alcanzar la perfección, insensibilizarse o interrumpir los momentos alegres "ensayando la tragedia" e imaginando todas las formas en que las cosas podrían salir mal. ¿Le resulta familiar alguno de estos métodos?


Todos estos tipos de armadura pueden hacernos sentir seguros y "en control" en el momento, pero en realidad nos están haciendo más mal que bien. "El perfeccionismo es un escudo de 20 toneladas: creemos que nos protegerá, pero nos impide ser vistos", señala la Dra. Brown. Adormecer nuestras emociones es perjudicial porque tiene un efecto generalizado: no se puede adormecer el miedo sin adormecer al mismo tiempo la alegría.


El impulso de imaginar el peor escenario posible en momentos de alegría (como no poder disfrutar de un abrazo con tu hijo sin preocuparte de que le ocurra algo malo) es un fenómeno asombrosamente común, según la investigación de Brené Brown. ¿Y por qué nos cuesta tanto ablandarnos en la alegría? "Porque intentamos ganarle la partida a la vulnerabilidad", dice la doctora Brown. Pero esto tiene un impacto negativo, porque sin vulnerabilidad no hay amor, ni pertenencia, ni alegría.


Sentirse cómodo con la vulnerabilidad

Es importante empezar a reconocer esos frágiles momentos de vulnerabilidad y trabajar con ellos. La atención plena es un buen punto de partida. Adoptar una práctica de apertura y conciencia de tu entorno, así como de tus propios pensamientos, sentimientos y desencadenantes, te ayudará a reconocer cuándo te estás desentendiendo porque tienes miedo.


Una vez que seas consciente de dónde te encuentras, estarás más seguro de los cambios que te gustaría ver en tu vida. En Daring Greatly, la doctora Brown describe esta atención como "prestar atención al espacio entre donde estamos realmente y donde queremos estar".


He aquí algunas cosas que debes tener en cuenta cuando practiques "atreverte a lo grande" en tu propia vida:


  • Reconoce que enfrentarse a la vulnerabilidad requiere un enorme valor. Da pequeños pasos (como preguntar a alguien qué está pensando) y siéntete orgulloso de tu valentía cuando lo hagas.

  • Deja de preocuparte constantemente por lo que los demás piensen de ti. La mayoría de la gente está centrada en sus propias luchas internas, no en ti.

  • ¿Te sientes abrumado? Concéntrate suavemente en tu respiración y en las sensaciones de tu cuerpo durante unos instantes antes de volver a centrar tu atención en la tarea que tienes entre manos.

  • No te preocupes por ser perfecto; de hecho, ni siquiera te lo plantees. Nadie es perfecto, y cuanto más te aferres a un ideal imposible, más fácilmente te rendirás.



Jamye Price

Monica A.

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