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3 Rituales para calmar los nervios y disipar el dolor


En la base de la medicina natural hay una creencia fundamental: nuestros cuerpos son poderosos y, si se les da el apoyo adecuado, suelen saber cómo curarse a sí mismos.


De hecho, el cuerpo es tan sabio que, a la primera señal de que algo va mal, llama a la caballería. El primer héroe en la escena es el sistema inmunitario, que está formado por glóbulos blancos, microbios beneficiosos y anticuerpos que pueden corregir cualquier desequilibrio que se produzca.


Pero a veces la respuesta protectora natural del cuerpo crea una inflamación e hinchazón que puede presionar los nervios... Esto puede causar dolor, algo que nadie quiere.


Afortunadamente, hay una serie de formas seguras y naturales de eliminar este malestar mientras tu cuerpo sigue haciendo su trabajo vital.


Aquí hay 3 rituales que puedes implementar fácilmente en tu vida diaria para calmar tus nervios y disolver el dolor:


Ritual #1 - La meditación de escaneo del cuerpo

La meditación se ha puesto de moda en los últimos tiempos, no sólo entre los yoguis, sino también entre los hombres de negocios, los deportistas y los empresarios. Una cosa es segura: es extremadamente útil cuando se trata de la inflamación y el dolor.


En 1999, los médicos declararon que el dolor es el quinto signo vital, junto con: la temperatura, la presión arterial, el pulso y la frecuencia respiratoria.


Este ritual de encarnación te ayudará a tomar conciencia de la localización e intensidad del dolor en todo tu cuerpo.


A continuación te explicamos cómo hacerlo:


Empieza por tumbarte en el suelo o sentarte con las piernas cruzadas. El objetivo de esta práctica es aquietar la mente y centrarse en las sensaciones del cuerpo. Puede resultarte útil coger almohadas para apoyar el coxis, la zona lumbar o la cabeza.


Una vez situado en la posición deseada, respira profundamente al menos 5 veces y empieza a centrarte en tu cuerpo.


Permita que el tronco y las ramas de su cuerpo se vuelvan pesados.


Relaje cualquier tensión inmediata que sienta.


Ahora, empieza a fijarte en tu cara y tu cabeza. ¿Está apretada? ¿Te duelen los ojos de tanto mirar el teléfono todo el día? ¿Te duele alguna parte? ¿Golpes?


Si se presenta alguna sensación, respira profundamente y concéntrate en comprender el malestar específico de esa zona. A veces, el simple hecho de reconocer una sensación que estamos experimentando puede disolverla.


Cuando sientas que esa zona está relajada, pasa al cuello. Luego a los hombros y los brazos. Al torso. A las piernas. Y, por último, a los pies y los dedos de los pies.


Me resulta útil practicar este ritual justo antes de acostarme y antes de empezar a trabajar por la mañana. Empezar y terminar con la conciencia corporal te ayuda a estar en sintonía contigo mismo durante todo el día.


Ritual nº 2 - Baño de sales de Epsom

El autocuidado es otro término que se ha puesto de moda últimamente, ¡pero por una buena razón! Vivir en los tiempos modernos implica una exposición constante a las noticias, unas expectativas más altas debido a la naturaleza comparativa de las redes sociales y una mayor cantidad de tensión mental en general. Para contrarrestar esto, nosotros, como pueblo, estamos priorizando el equilibrio.


El pináculo del autocuidado es un baño de sales de Epsom.


Practicado desde hace tiempo por la industria del deporte, un baño de sales de epsom relaja los músculos, calma la inflamación y ayuda a dormir más fácilmente, lo que da a tu cuerpo más tiempo para recuperarse.


Si incorporas remedios herbales, como aceites esenciales o pétalos secos, también obtienes sus propiedades curativas a través de los poros de la piel.


Cómo preparar un baño de autocuidado:


Haz correr agua caliente en una bañera tapada.

Elige tu mezcla para el baño: normalmente es una taza de sales y las hierbas que desees. Sugiero las siguientes hierbas para obtener la máxima acción analgésica y relajante: lavanda, manzanilla, clavo.

Vierte la mezcla en la bañera y cierra el agua cuando esté llena.

Espera 5 minutos: permite que las sales se disuelvan y que las hierbas liberen su medicina.

Entra en la bañera y relájate.


Ritual nº 3 - Alimentos antiinflamatorios

La comida es una medicina.


Cuando tienes un dolor agudo o crónico, puede que sea el momento de hacer mayores cambios y centrarte en comer alimentos densos en nutrientes y antiinflamatorios.


Seguir una dieta consciente y antiinflamatoria es una gran primera defensa aquí y a veces puede ser la mejor medicina.


Intenta planificar tus comidas para incluir


  • verduras de hoja verde

  • sustitutos de los carbohidratos sin grano, como las patatas y la quinoa (¡que es una semilla!)

  • aperitivos como bayas y frutos secos

  • aceite de oliva, en lugar de mantequilla

  • ajo, jengibre y cúrcuma

La hierba antiinflamatoria definitiva


De todas las hierbas increíbles que existen, hay una "hierba dorada" que reina por sus poderosas propiedades antiinflamatorias... la cúrcuma.


La cúrcuma ha hecho un gran debut en el espacio del bienestar porque está repleta de antioxidantes que reducen la inflamación y previenen enfermedades graves. También actúa como analgésico y modulador del estado de ánimo que los científicos han demostrado que funciona tan bien, si no mejor, que el Prozac.


Incorporar incluso uno de los tres rituales anteriores puede aliviar los dolores y molestias con resultados inmediatos. Recuerda que nuestro cuerpo es lo que nos mantiene en marcha cada día, ¡y nos debemos a nosotros mismos cuidarlo!


Nick Polizzi

Host of Remedy: Ancient Medicine for Modern Illness

& Founder of The Sacred Science



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