Cada vez que se aproxima el tiempo de Solsticio de diciembre entramos en tiempos de sostén. Para la sabiduría de los Clanes Madre la lunación que corresponde a Sagitario nos entrega la luz necesaria para sostenernos en nuestra luz personal: ¿Qué te ilumina por dentro? ¿Quién ilumina tus días? ¿Para quiénes has sido luz en su camino? ¿Qué canción te ha iluminado en tiempos de oscuridad? ¿Qué alimento te ilumina? ¿Qué enseñanzas te iluminan? ¿Cómo vas intuyendo la luz?
El Sol entra en Sagitario este 22 de noviembre, y ahí comienza a encender las candelas rumbo al 2022, dándonos la oportunidad de cruzar la puerta de la transformación y la esperanza. Es el tiempo del agradecimiento, la esperanza, la mente alta y la luz interna, agradecer a la Matriz Cósmica que nos ha traído vida y creatividad.
El Clan de quienes saben agradecer nos cala la memoria con la lunación hacia el Solsticio de diciembre, encendemos luces que nos rememoran nuestra propia luz, celebramos, damos gracias, cerramos ciclos y danzamos el Gran Árbol de la Vida, ese que en verdad nos lleva a una memoria antigua y vital para renovarnos.
El árbol de Navidad evoca al Árbol de la Vida; un gran árbol arquetípico del cual se cuenta se produjo cada semilla, fruta, flor y vegetal que los seres humanos pudieran necesitar para vivir en la Madre Tierra. Este Árbol nació del ensueño de todos los seres y personificaba la promesa de que todos los caminantes humanos utilizarían estos recursos a futuro para crear sistemas que celebraran y sostuvieran la vida.
Mirar las luces de Navidad alrededor de la casa, las candelas, disfrutar de los alimentos horneados, la música de esperanza, del árbol o luces en una pequeña villa adornada, nos recuerda esa promesa: sostener la vida.
El clan de las mujeres que elogian y agradecen abre en nuestro ADN líneas que nos recuerdan procurar la vida, agradecerla, nunca dar nada "por sentado" y celebrar cada manifestación; nos recuerdan de esa promesa que nuestras ancestras y ancestros hicieron ante el Árbol de la Vida: proveer y cuidar de la comida, el oxígeno, el techo, la sanación y todos los recursos planetarios para que la Familia Planetaria continuara evolucionando.
Frente al Árbol Original cada un@ de nuestr@s primeros ancestr@s miró también su servicio y el servicio de los que vendrían después de ell@s, y su rezo ha guiado la labor de cada familia... cuando la Era de Hielo culminó y entró la Era del Agua, las labores comenzaron a ser más sofisticadas, y los humanos empezaron a olvidar poco a poco la memoria de su compromiso.
Sin embargo, el Árbol de la Vida y los cristales de la Tierra como cuarzos han apoyado desde entonces a rememorar esa promesa original.
Aquí y ahora, vivimos más que nunca la apertura a la memoria original, es importante que recordemos quiénes hemos sido y quiénes somos, a qué venimos y cómo podemos construir espacios, lugares y proyectos a favor de la vida, y centrados en el corazón
Entramos en un tiempo para recordar la luz que llevamos en el corazón desde que éste comenzó a latir, y nutrirla. Los tiempos de Sagitario son para rememorarnos Universo, Claridad y Esperanza.
¿Cómo podemos contribuir en el 2022 tras la Gran Pausa en la construcción de la Nueva Era?
Haciendo más y practicando más eso que nos ilumina desde adentro, y nos pone a sonreir y a relacionarnos a nivel de corazón.
¡Que florezca la luz!
La Mujer Lunar
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