Sobre la magia astrológica 💫

Sobre la magia astrológica [Y los fuegos que arden en nuestro interior y nunca se extinguen]

Entre los años 389 y 395 d. C., el emperador Teodosio I ordenó trágicamente el cierre de los templos en todas las tierras del Imperio Romano. Esto supuso una gran pérdida, ya que todos los conocimientos chamánicos, relacionados con la tierra y mágicos que se celebraban en los templos y en todas las tierras pasaron a considerarse herejía. Ya no se permitía su práctica.

Este fue el comienzo del «fin» de la magia (o al menos eso esperaban los gobernantes de la época), y acontecimientos como este nos han llevado a una época en la que la magia ha quedado casi completamente olvidada.

Pero la magia nunca puede olvidarse por completo, ya que es una parte intrínseca de nosotros.

Verás, antes del año 395 d. C., remontándonos a tiempos muy antiguos, incluso a hace entre 40 000 y 70 000 años,

existía un profundo entendimiento en todas las culturas humanas de que estamos entrelazados en un tejido sagrado con toda la creación, desde las formas de vida más pequeñas de la Tierra hasta los confines más lejanos del cosmos: estamos conectados con todo.

Como las joyas de la red de Indra, cada uno de nosotros brilla con la luz de toda la creación, y cuanto más brillamos, más iluminamos el resto de la red que nos rodea.

Nuestros ancestros sabían, y experimentaban de manera muy real, que las fuerzas celestiales caen continuamente sobre nosotros, empujando y tirando de vastas extensiones de materia física e influyendo en los acontecimientos de la Tierra.

La atracción de la Luna sobre nuestras mareas es un ejemplo incuestionable de ello, que incluso los científicos actuales reconocen y aceptan.

Sin embargo, para los pueblos antiguos, esto tenía un significado mucho más profundo, ya que habían observado durante generaciones que:

✨ Cuando ciertas estrellas fijas (Sirio, Aldebarán, Deneb Algedi) se encontraban en su salida heliaca, era más probable que ocurrieran acontecimientos mágicos.

✨ Cuando la luna estaba en fase creciente, se debían plantar nuevas semillas, celebrar nuevos matrimonios y comenzar la construcción de nuevos templos, porque las fuerzas celestiales ayudarían a que estas semillas crecieran y prosperaran.

✨ Cuando Marte estaba en el ápice del cielo, era el momento de emprender nuevas aventuras hacia nuevas tierras.

✨ Cuando Júpiter estaba en el ápice del cielo, era el momento de la sabiduría, el estudio y el aprendizaje.

Pero quizás lo más importante era que la gente entendía que no somos simples receptores pasivos de estas energías.

Sabían que nosotros, como seres humanos, al abrazar nuestra verdadera naturaleza como una de las muchas criaturas magníficas nacidas de la Tierra y el Cosmos,

¡También podemos tomar medidas y crear intenciones que ejercerán una fuerza de empuje y atracción sobre el tejido de la creación!

Tenemos un papel activo en los vastos movimientos celestiales que se desarrollan a medida que las fibras de la realidad se entrelazan entre la Tierra y las estrellas y los planetas.

Así, la gente trabajó con estas energías, adquiriendo habilidades y conocimientos a lo largo de incontables milenios.

Cuando examinamos las pruebas arqueológicas en sus textos y templos de hace 5500 años, encontramos:

🔥 Hechizos mágicos increíblemente conmovedores, como los mantras sánscritos diseñados para invocar la ayuda de los planetas; y los Textos de las Pirámides en Egipto, que hablan del viaje del alma, la conexión de los humanos con las estrellas y los planetas, y un conocimiento exquisitamente detallado de cómo trabajar con estas energías.

🔥 Templos, túmulos y círculos de piedra en todo el mundo alineados específicamente con los equinoccios, los solsticios, el máximo lunar y ciertas estrellas y constelaciones como Sirio/Orión (en muchos lugares, ¡no solo en Egipto!); Cygnus, el Cisne / Cruz del Norte; Ursa Majora; las cuatro estrellas reales, Aldebaron, Regulus, Antares y Fomalhaut, que marcaban los cuatro pilares que sostenían el cielo; y muchas más alineaciones cósmicas.

🔥 Y descubrimos que la gente también creaba talismanes mágicos, amuletos y sigilos diseñados para capturar las fuerzas astrológicas de un momento específico en un símbolo o una pieza de joyería, para poder llevar esas energías consigo. - Por ejemplo, un talismán impregnado de las energías de Júpiter para atraer la riqueza. - O para trabajar con esas energías en un ritual - Por ejemplo, la quema de un sigilo que contenía la energía de algo que se quería liberar.

Todo esto se puede llamar magia astrológica:

El conocimiento de que podemos influir en los acontecimientos o resultados trabajando con las fuerzas invisibles de las estrellas y los planetas, y dominando la forma en que esas fuerzas interactúan con la Tierra.

Hoy en día, esta antigua ciencia sagrada ha sido desacreditada y los que practican la magia astrológica son pocos y distantes entre sí.

Pero piénsalo de esta manera: la magia astrológica, y la magia en general, solo ha caído en desgracia durante los últimos 1500 años aproximadamente.

Antes de eso, se practicó durante literalmente decenas de miles de años, y no por primitivos nómadas de la Edad de Piedra, sino por las civilizaciones más duraderas y exitosas que jamás hayan existido en el planeta Tierra.

Esto incluye a los antiguos egipcios, sumerios, las culturas védicas y yóguicas de la India y Nepal, la antigua cultura china que nos trajo la acupuntura y la medicina china, que todavía se utilizan hoy en día, los mayas e incas en América, los druidas en Europa y muchos más.

¡Es evidente que estas culturas sabían lo que hacían!

Es tan obvio cuando damos un paso atrás y reconocemos que nuestros antepasados remotos tenían la clave de tantas cosas que hemos olvidado.

La propaganda patriarcal de los últimos milenios nos ha engañado hasta tal punto que ni siquiera nos damos cuenta de lo condicionados que estamos.

Nos han enseñado a pensar que somos débiles, que la lógica y la «ciencia pura» son el único camino, a temer el poder de la naturaleza, a pensar que lo que podemos hacer en nuestras vidas es muy limitado y que la magia es completamente falsa.

¡Pero todo este condicionamiento ha sido una mentira!

Mentiras diseñadas para hacer más poderosos a los que están al mando y para mantener al «pueblo» débil y atemorizado.

Pero ahora estamos despertando de esas mentiras y la ilusión.

La verdad, que nuestros ancestros conocían y practicaban a diario, es que albergamos las fuerzas de todo el universo dentro de nuestras células, nuestros huesos, nuestra sangre y nuestro ADN.

Somos parte de un universo sagrado y profundamente interconectado. Nunca podemos separarnos de las estrellas y los planetas, ni de las fuerzas de la naturaleza que garantizan que todo se mantenga en equilibrio.

Somos mucho más poderosos de lo que nos han dicho.

Y ahora hemos vuelto para RECORDAR quiénes somos, literalmente, para recomponernos.

Afortunadamente, este antiguo conocimiento sobre cómo trabajar con las estrellas y los planetas no se perdió por completo.

🌈 Gracias a los sacerdotes y sacerdotisas de los antiguos templos, que se aseguraron de que estas verdades quedaran inscritas en piedra y escritas en las paredes de los templos...

🌈 Profunda gratitud a aquellos que arriesgaron sus vidas para ocultar los pergaminos y garantizar que la sabiduría antigua se transmitiera a las generaciones futuras...

🌈 Un saludo de honor a los astrólogos y astrónomos árabes y de Oriente Medio, incluidos los sabios de Harran, que siguieron las estrellas y los planetas a lo largo de la Edad Media y escribieron extensos textos que mantuvieron vivo el conocimiento que les había sido transmitido a través de innumerables generaciones desde los tiempos del antiguo Egipto y Sumeria.

Es importante señalar que estas personas desinteresadas y valientes que he mencionado anteriormente eran probablemente versiones anteriores de nosotros mismos.

Los que vivimos hoy en día hemos regresado para encontrar esos pergaminos que escondimos antes, para descifrar las lenguas antiguas, para leer los textos, para comenzar a practicar la magia una vez más y para recordar quiénes somos realmente.

¡Y para ayudarnos unos a otros a recordar!

Jocelyn Star Feather