Durante mucho tiempo he sentido que ha habido poco entendimiento sobre las sirenas en estos tiempos que corren. Idealizadas sexualmente o condenadas por su maldad y manipulación, poco se sabe de los antiguos linajes de Sirena que habitan en el Mundo Azul.
Siento que es importante arrojar luz, desde mi conocimiento personal con ellas, a través de la canalización del sistema de Códigos Sirenas y a través de mis conversaciones con los cetáceos durante muchos años de mi vida. Y sobre todo porque hay muchas personas que provienen y están ligadas a ese sentir y a ese linaje mediante su ADN. Y a veces sentir la sirena en ti, no es sencillo de gestionar y/o entender.
La Atlántida fue el hogar ancestral de las sirenas en la Tierra. Muchos de los linajes más antiguos de sirenas provienen de esa tierra. Su energía estaba fuertemente activada al Agua y a la Luz. Parte de su trabajo es sanar nuestras memorias de separación del Sagrado Masculino.
Condenadas a la existencia en libros de mitología o fantasía, la Sirena nos acompaña como arquetipo femenino desde la más temprana edad. Las energías que nos remueven de la Sirena son varias, entre ellas:
- el anhelo del amor - la aceptación del masculino - el reconocimiento en el clan - el miedo a sentir - el temor a mostrarnos enteras, vulnerables - la voz como expresión - tender a la melancolía
Y muchas más, ya que la Sirena nos entrega memorias de la separación y caída de Atlántida. Tres grandes linajes Sirena vivían en aquellos tiempos. Vivian en diferentes lugares del Mundo Azul, y cada uno tenía su cometido y misión junto a Gaia. De estas tres grandes estirpes, salieron sacerdotisas que trabajaban junto a sus parejas, en los Templos de la Atlántida.
La energía de la espiral es amada por la Sirena como una geometría sagrada que le habla de su mundo y elemento. Así eran sus templos. Adoran los azules y todo aquello que confiere brillo y luz. La magia de la Luz en el Agua cambia mucho. La luz se refracta, aumentando su fuerza y poder. Además, se abre dando connotaciones de profundidad que en el aire no podemos ver.
La Sirena nos confiere un aspecto romántico, apasionado e intuitivo. Conectarte con ella es como sentirte parte de la misma creación. Poco se ha contado de su mundo, de sus linajes reales. Mucho esta por despertar, por sentir, por abrir. Poco a poco vuelven su mirada de nuevo al ser humano. Tras largo tiempo separadas, por el dolor infligido y yantas traiciones por parte del ser humano, la unión se restablece al sentir en nuestros corazones la energía de nuestro linaje de Sirena.