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Reaviva tus prácticas espirituales

Foto del escritor: Despertar DimensionalDespertar Dimensional

Creo que todos hemos experimentado esos momentos de dudas sobre nuestras prácticas espirituales.


¿Lo estoy haciendo correctamente? ¿Ese profesor sabía de lo que hablaba? ¿Funciona realmente esta técnica?


No es raro que nos estanquemos de vez en cuando. Sentimos que hemos progresado mucho, que esperamos con impaciencia nuestras prácticas, que nos sentimos tranquilos y alegres, que notamos cambios positivos en nuestra vida. Entonces, de repente, parece que ya no pasa nada y la alegría y la facilidad de antes se han convertido en frustración y esfuerzo, o nos sentimos como si estuviéramos en piloto automático. Aunque la tentación estará ahí, no es el momento de rendirse. Ten paciencia. Hay una historia de un hombre que fue a ver a su maestro y se quejó de que sus meditaciones eran aburridas, se sentía inquieto o simplemente se quedaba dormido. El maestro sonrió y le contestó: "Esto pasará". Un mes después, el mismo hombre volvió a ver a su maestro y le dijo que sus meditaciones eran maravillosas, que sentía alegría, felicidad y energía. El maestro sonrió y respondió: "Esto pasará". Todos tendremos periodos de aburrimiento y de éxtasis, pero la clave está en evitar juzgarte, tratar cada experiencia por igual y recordar que tu situación actual nunca es tu destino final o, como decía la Madre Teresa, "La inquietud es sólo el nivel superficial de un hermoso manantial de energía interior".


El propósito de todas las prácticas espirituales es la autorrealización, recordar que no somos simplemente esta mente y cuerpo limitados con su estrés, fatiga y montaña rusa emocional de placer y sufrimiento.

Sino que lo que realmente somos es un ser perfecto, gozosamente Divino, de amor y luz, más allá del espacio, del tiempo y de todas las limitaciones mundanas. La razón por la que sufrimos es porque nuestra verdadera esencia ha sido cubierta y ocultada. Nuestras prácticas espirituales son entonces un proceso de pelar las capas de estrés físico, mental y emocional, la fatiga y las toxinas para que toda nuestra belleza y magnificencia puedan brillar.


Las prácticas espirituales son un proceso de desintoxicación o purificación.

Con prácticas diarias equilibradas, esta limpieza suele ser suave y cómoda: soltamos un poco aquí y disolvemos un poco allá, lo que nos permite notar los beneficios que se despliegan en nuestras vidas a medida que se eliminan los bloqueos. Sin embargo, a veces podemos encontrarnos con obstáculos más grandes, que tardan más en eliminarse, lo que puede hacernos pensar que no pasa nada. Piénsalo como si estuvieras conduciendo por una autopista. Estás relajado, disfrutando del viaje hacia tu destino. Entonces te encuentras con una señal que te indica que la carretera está bloqueada por un derrumbe y que sigas un desvío. Ahora vas en la dirección equivocada, parece que no avanzas, que pierdes el tiempo. Pero, al final, el desvío te devuelve a la autopista y sigues de nuevo. Aunque tengas la sensación de que no avanzas, el desvío te ha permitido superar lo que bloqueaba la autopista. Este es el momento de la paciencia, de mantener la regularidad de tus prácticas y no ceder ante las dudas y las frustraciones. A veces sólo tenemos que dejar que las cosas sucedan, o como aconsejaba Thich Nhat Hanh: "Para que las cosas se nos revelen, tenemos que estar dispuestos a abandonar nuestros puntos de vista sobre ellas".


Así que, durante estos periodos de sequía no te asustes inmediatamente y pienses que algo va mal; sin embargo, si continúan, en algún momento sería bueno que te preguntaras si ha llegado el momento de cambiar tu práctica. Esto no significa necesariamente abandonar algo que le ha servido durante años, a menudo un pequeño ajuste puede suponer una gran diferencia. Veamos algunas posibilidades.


En primer lugar, echa un vistazo a lo que está ocurriendo en tu vida. Si hay muchos cambios, incertidumbres, cosas o personas que están causando desafíos emocionales, éstos pueden ser perturbadores para nuestras prácticas espirituales. Pregúntate si hay algo que puedas hacer para eliminar o minimizar estas distracciones. Si estás bajo mucha presión y estrés, es entonces cuando las prácticas regulares te ayudarán a superarlos.


Cuídate. Tu mente y tu cuerpo son el vehículo que transporta tu alma en su viaje espiritual. Cualquier desequilibrio será una distracción y ralentizará el progreso. Fíjate en tu dieta, ¿comes alimentos nutritivos? Una dieta inadecuada, comer en exceso, dormir poco o no respirar suficiente aire fresco entorpecerán nuestra fisiología, lo que se reflejará en nuestras prácticas. Pasar tiempo en la naturaleza es una experiencia espiritual.


Revisa tus prácticas

A veces, intentar abarcar demasiado durante el día puede crear frustración. ¿Es usted perfeccionista? ¿Necesitas relajarte y no ser demasiado exigente contigo mismo? Aunque no sirve de nada ser perezoso y descuidado, hacer las cosas lo mejor que podamos y mantenerlas sencillas suele ser lo mejor. Evita los extremos, tanto Buda como Krishna en el Bhagavad Gita enseñaron el camino del medio. Considera la posibilidad de modificar tu rutina. Cambiar el lugar de algunas de tus prácticas, quizás con menos distracciones, puede aportar nueva energía. Si tiene prisa, intente acortar el tiempo para poder descansar unos minutos al final. Maharishi Mahesh Yogi solía decir que si nos levantamos de la meditación demasiado rápido, ¡pasaremos el día como una manada de perros salvajes!


Si tienes una práctica de asanas de yoga que antes disfrutabas pero que ahora se ha desinflado, tal vez sea el momento de probar un estilo o instructor diferente. La intención original de las asanas era preparar el cuerpo para sentarse a meditar. Hacer algunas posturas sencillas antes de meditar te ayudará a aliviar parte de la inquietud que puedas estar experimentando. Si no te resulta cómodo sentarte en la esterilla, prueba con el yoga en silla.


El servicio desinteresado también debería formar parte de nuestras prácticas espirituales. Hacer cosas por los demás sin esperar una recompensa es una forma estupenda de abrir el corazón y permitir que fluyan a través de nosotros sus cualidades de amor, compasión y bondad. Esto puede ayudarnos a vernos a nosotros mismos bajo una luz totalmente nueva y vigorizar nuestras otras prácticas.


Una cosa que siempre me ha gustado y me ha inspirado es leer las biografías de algunos de los grandes santos y gurús de todas las tradiciones. La mayoría de ellos partieron de orígenes humildes y muchos pasaron por una noche oscura del alma, pero perseveraron hasta convertirse en grandes líderes espirituales. Formar parte de un grupo de personas con ideas afines puede ser igualmente útil. Tener un alma gemela con la que compartir tus preocupaciones y dudas puede ser muy estimulante.


Para la mayoría de nosotros, la meditación es la parte más importante de nuestra práctica espiritual y debería incluirse siempre a diario.

Utilizar un mantra personal es una herramienta poderosa para adentrarnos en el camino de la autorrealización, pero, de nuevo, a veces puede resultar obsoleto. Si has tenido un día ajetreado, en lugar de llevarlo a tu meditación, dedica unos minutos a hacer algunos ejercicios de respiración. El pranayama de fosas nasales alternativas es excelente para asentar y preparar la mente para ir hacia el interior. Cuando cierres los ojos por primera vez, tómate un momento para ser consciente de cómo se siente tu cuerpo. Si hay tensión o rigidez, respira en esa zona y utiliza la respiración para suavizar el cuerpo. Observa tu mente, tus pensamientos y emociones. Si piensas demasiado, haz una pausa de unos segundos, respira hondo y olvida conscientemente todo lo que no sea importante durante los próximos treinta minutos. Empieza por pensar en algo por lo que estés agradecido. Esto expande automáticamente el centro del corazón.


Hay muchos estilos diferentes de meditación, así que si te sientes atascado con el que estás utilizando, prueba con otro. Sin embargo, puede resultar confuso ir saltando de un estilo a otro. La meditación con mantras lleva la conciencia de la actividad al silencio, reconectándonos con el campo de posibilidades infinitas y con nuestra esencia. Las meditaciones guiadas ayudan a restablecer el equilibrio de la mente, las emociones o el cuerpo físico. La meditación con mantras regular se ocupará de todo pero, si tienes necesidades específicas, incluir una meditación guiada en un momento diferente del día, a menudo será útil.


Cuando surjan dudas e incertidumbres en tu práctica, pregúntate siempre si es tu yo superior el que está hablando o tu ego el que está jugando. Al ego le encanta crear límites y controlarlo todo, mientras que nuestro camino espiritual nos lleva a lo ilimitado. Antes de hacer demasiados cambios o ajustes, pide a tu corazón que te guíe, escucha y confía en tu sabiduría interior. Recuerda estas sabias palabras, es imposible dijo el orgullo, es arriesgado dijo la experiencia, es inútil dijo la razón, inténtalo susurró el corazón.


Aunque siempre habrá baches en el camino, cualquier práctica que elijas seguir debe ser divertida y traerte alegría.

Todo este universo fue creado para ser divertido. Intenta no tomarte nada demasiado en serio, especialmente tus prácticas espirituales. En palabras de Ralph Waldo Emerson, "Termina cada día y acaba con él. Has hecho lo que has podido. Algunas meteduras de pata y absurdos sin duda se colaron, olvídalos tan pronto como puedas. Mañana es un nuevo día. Lo empezarás serenamente y con un espíritu demasiado elevado para cargarte con tus viejas tonterías."




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