¿Qué significa permanecer y actuar desde tu propia integridad?
Recientemente me he encontrado en una situación en la que mi integridad ha sido cuestionada por otra persona y me ha aportado la claridad de que muchas personas no entienden lo que es realmente la integridad y simplemente tratan de hacer que otra persona se sienta mal y pequeña porque no hace lo que ellos quieren que haga.

Actuar desde mi integridad para mí significa permanecer en mi centro. Significa que sólo acepto hacer cosas que me iluminan y que forman parte de la visión o de algo hacia lo que me guían. Significa que sigo mi guía interior y actúo en consecuencia porque siento que es lo correcto para mí, en primer lugar, y en segundo lugar porque mi sí o mi no provienen de un lugar de amor, en lugar de hacer algo para complacer o hacer feliz a otra persona, anulando mi propio conocimiento.
Hay dos tipos de integridad. Una integridad masculina y otra femenina dentro de nosotros, independientemente de tu identificación de género.
Actúas según tu integridad masculina cuando te propones una tarea y la cumples. Por ejemplo, puedes decidir que a partir de mañana harás 10 minutos de meditación cada mañana. La integridad masculina es muy útil cuando quieres cambiar un hábito o cuando trabajas en un proyecto para alcanzar un objetivo determinado. Y eso es lo que la mayoría de la gente asocia con la integridad. Cumplir con algo que dijiste que harías o que ofreciste hacer por alguien.
Pero también tenemos esta parte más femenina. Esta parte en la que nos mantenemos en nuestro propio centro y actuamos según lo que nos parece correcto en cada momento. Puede que te pongas como objetivo correr cada mañana durante 30 días, pero el día 10 te levantas y tu cuerpo te pide descanso. Y puedes decidir seguir adelante y hacerlo de todos modos e ignorar tus propias necesidades para complacer la idea de que te mantuviste fuerte o simplemente escuchar a tu cuerpo, amarlo y darle lo que está pidiendo.
No eres un fracaso porque hayas decidido escuchar a tu cuerpo. Es la vieja programación la que te está diciendo que tienes que seguir con lo que te has propuesto aunque te queme o agote tu energía sagrada. Porque de lo contrario eres un fracaso a los ojos de la sociedad.
El hecho de que hayas dicho que sí a algo hace meses no significa que todavía tengas que hacerlo ahora para hacer feliz a otro, incluso si se siente fuera de la alineación y de tu integridad en este mismo momento. Si se siente como un no, entonces simplemente es un no. Este no es un acto de amor propio y significa que no estás haciendo y dando desde un lugar de resentimiento.
Date permiso para cambiar de opinión. Comprueba siempre cómo te sientes y vuelve a tu centro antes de decir que sí. Comprueba con tu cuerpo qué es lo más amoroso que puedes hacer por ti hoy. Y si no es lo que habías planeado en un principio, a veces decir que no puede significar decir que sí a lo que quiera venir porque acabas de crear un espacio para que llegue.
Tu cuerpo siempre sabe lo que necesita y lo que es mejor para ti. Así que sigue ese conocimiento en lugar de confiar en tu mente para que te diga qué hacer. Cambia tu estrategia y observa qué magia llega a tu puerta cuando dejas de lado el control mental para rendirte a la inteligencia de tu cuerpo.
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