
El Equinoccio de Otoño ya llega!
La época en donde entramos a un equilibro entre la luz y la oscuridad. Y así como la naturaleza empieza a soltar, nosotros también soltamos todo eso que ya tuvo su función este año. Agradecemos todos nuestros logros, nuestras cosechas, todos los frutos que tuvimos y disfrutamos y ahora nos toca bajar el ritmo, relajarnos y saborearlo.
Este festival lleva el nombre del Dios de la mitología galesa, Mabon. Es el Niño de la Luz y el hijo de la Diosa Madre Tierra, Modron. La noche y el día vuelven a tener la misma duración y están en perfecto equilibrio: la oscuridad y la luz, lo masculino y lo femenino, lo interior y lo exterior, en equilibrio. Pero estamos de nuevo en la cúspide de la transición y a partir de ahora el año empieza a menguar y desde este momento la oscuridad empieza a vencer a la luz. El ciclo del mundo natural se acerca a su fin, el poder del Sol disminuye y a partir de ahora las noches se alargan y los días son más cortos y frescos. La savia de los árboles vuelve a sus raíces en lo profundo de la tierra, cambiando el verde del verano por el fuego del otoño, por los rojos, naranjas y dorados flameantes. Volvemos a la oscuridad de donde venimos.
Así que Mabon es una celebración y también un tiempo de descanso tras el trabajo de la cosecha. En términos del camino de la vida, es el momento de cosechar lo que se ha sembrado, el momento de mirar las esperanzas y aspiraciones de Imbolc y Ostara y reflexionar sobre cómo se han manifestado. Es el momento de completar proyectos, de limpiar y dejar ir lo que ya no se quiere o se necesita mientras nos preparamos para el descenso, para que el invierno pueda ofrecer un tiempo de reflexión y paz. Y es el momento de plantar semillas de nuevas ideas y esperanzas que permanecerán dormidas pero alimentadas en la oscuridad, hasta el regreso de la primavera.
Inaaagold
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