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¿La luz es una distracción?


La danza entre la luz y la oscuridad

¿La luz es una distracción? tanto metafórica como, en cierto modo, literalmente. El propio concepto de luz y oscuridad invita a preguntarse:


¿Estaba la luz presente en el principio o nació de la oscuridad?


Cuando examinamos cientos de antiguas historias de orígenes de culturas de todo el mundo, surge un patrón. La fuente original de la existencia rara vez se describe como luz. Más a menudo, se habla de ella como sonido, vibración, frecuencia o La Palabra.


En los relatos en los que «Dios» se asocia con la luz o se representa como un ser luminoso, yo diría que estas referencias a menudo apuntan a entidades extraterrestres, interdimensionales o angélicas, fragmentos de la fuente original más que la fuente misma. Esto no quiere decir que estos seres no sean verdaderos representantes de la conciencia superior. Sin embargo, ¿son la fuente original, o son emanaciones de libre albedrío del Creador, que actúan con sus propias intenciones y agendas sobre la Creación?


La idea de que la luz pueda ser una distracción surgió de dos experiencias profundas que tuve en los últimos años.


Experiencia 1: Ayahuasca en Costa Rica

Durante una ceremonia de Ayahuasca en Costa Rica, el chamán habló antes de la ceremonia, ofreciendo esta guía:


«No te dejes distraer por las bellas luces y la geometría. La verdad y la profundidad de tu transformación están más allá de estas apariciones de luz».


Esto me impactó profundamente. En experiencias psicodélicas anteriores, me había quedado hipnotizado por la belleza de las visiones, perdiéndome en el espectáculo en lugar de absorber plenamente la conciencia y las lecciones que yacían más allá de las imágenes.


Experiencia 2: Meditación Vipassana

Hace unos meses, asistí a un retiro de Vipassana, una meditación silenciosa de 10 días. Aunque ya lo había hecho antes, algo que dijo el profesor me llamó la atención como nunca antes:


«No abras los ojos durante la meditación. Es importante mantenerlos cerrados durante todo el proceso. Cuando abres los ojos, entra la luz y surgen las distracciones. Sé intencionado, con claridad y concentración».

Esto me resonó profundamente. En cuanto abrimos los ojos, entra la luz y abundan las distracciones. La reflexión interior que proporciona la oscuridad se interrumpe fácilmente.


El papel de la luz y la oscuridad

Entonces, ¿es la luz una distracción? No en un sentido puramente literal: PODEMOS morar en la luz y abrazarla. Pero, ¿qué hay de la verdadera transformación, tanto individual como colectiva? ¿Y el trabajo en la sombra?


En un mundo de amnesia, la única forma de entender realmente la luz es conociendo y experimentando la oscuridad.


Siempre hay luz al final del túnel, pero debemos atravesar el túnel de la oscuridad para llegar a ella.


Pero, ¿qué es la oscuridad? No tiene por qué significar maldad, sufrimiento o intenciones nefastas, aunque a veces se manifieste así en nuestras experiencias. La oscuridad es el lado oculto de la singularidad. La singularidad, en su forma más pura, era una frecuencia, un sonido, y de él surgió la dualidad.


La frecuencia se aceleró para convertirse en luz y se ralentizó para convertirse en oscuridad.


Pero he aquí la cuestión fundamental:

Cuando la singularidad se convirtió en dualidad -luz y oscuridad-, ¿favoreció la Fuente a una sobre la otra? ¿O amó a ambas por igual?


Esta es la paradoja en el corazón de la existencia. ¿Es la oscuridad tan válida como la luz? ¿Danzan juntas, creando sólo la ilusión de una batalla?


La neutralidad de la oscuridad

Consideremos otra analogía: un agujero negro o un agujero de gusano. ¿Es malo un agujero negro? No, simplemente existe y cumple su función cósmica. En cierto sentido, estamos atravesando nuestro propio despertar cuántico, una transición similar a atravesar un agujero de gusano.


¿Y qué ocurre en este proceso? Debemos atravesar la oscuridad de la singularidad antes de emerger a un estado de ser completamente nuevo y evolucionado. Nos asomamos a lo desconocido, arrastrados en todas direcciones por las fuerzas cósmicas, hasta que emergemos a una realidad armónica superior.


Integrar la luz y la sombra

Entonces, ¿es la luz una distracción? ¿O sólo es una distracción cuando nos limitamos a ella?


La verdadera transformación viene de reconciliar ambas polaridades dentro de nosotros: luz y oscuridad, nuestro yo empoderado y nuestro yo sombrío. Estamos aquí para caminar en armonía dentro de la dualidad.


Y en este año de la serpiente -el segundo año reptiliano consecutivo- se nos brinda la oportunidad de despojarnos de nuestra vieja piel con facilidad, revelando la verdad: siempre fuimos íntegros, siempre perfectos por debajo de todo.



Neil Gaur

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