La Leyenda de Ometéotl o la Dualidad
- Despertar Dimensional
- 18 dic 2023
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Es el Dador de vida, es, en términos más precisos, "el dios de la dualidad". Todo cuanto es, cuanto existe, tiene su razón de ser y de vivir gracias al Ometeotl; es más, cada cosa existente es una de las tantas manifestaciones del Ometeotl.
En nahuatl, no existe el equivalente de la palabra Dios. La palabra Teotl utilizada por los castellanos para designar a los Dioses prehispánicos, tiene el significado de "Principio, o Esencia Generadora". Proviene de Tetl, Huevo; y Yotl, Esencia, Energía; Teyotl o Teotl, Esencia Generadora.
La Leyenda de Ometeotl, o de la Creación del Universo, relatada por los Antiguos pobladores del Altiplano Central, menciona lo siguiente: "En un lugar donde nada existía, sólo era el Omeyohcan, El Lugar de la Esencia Dual; allí vivían Omecihuatl y Ometecuhtli, La Señora y el Señor de la Dualidad, quienes por la fuerza del Omeyotl, La Esencia de la Dualidad, se unieron para formar a Ometeotl, La Esencia Generadora de la Dualidad."
Así dicen los Abuelos, reconociendo al Principio Masculino y al Principio Femenino llamado Ometeotl, Principio Generador de la Dualidad, producto de la unión de dos esencias integradas de polaridad opuesta, Ometecuhtli y Omecihuatl, el Señor y la Señora de la Dualidad; los cuales se desdoblan en múltiples dualidades como Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl, El Señor y la Señora; Mictlantecuhtli y Mictlancihuatl, El Señor y la Señora del Lugar de la Quietud, entre otras.
De Ometeotl forman los se cuatro Tezcatlipoca: Yayauhqui, Oscuro, Espacio y tiempo; Tlatlauhqui, Rojo, Orden y Materia; Tezouhqui, Azul, o Huitzilopochtli, a la izquierda del Colibrí, Movimiento; y el cuarto es Iztac, Blanco, o Quetzalcoatl, La Serpiente Hermosa, Vida. Cada uno con una función muy particular dentro de la comprensión del entorno natural prehispánico.
Ometeotl se desdobla en una gran gama de dualidades que mantienen todo en orden y concierto, como Tloque Nahuaque, Lo que es Cerca y lo que es Junto; como Ipalnemohuani, Aquello por quien vivimos; también es Moyocoyani, El que se crea a sí mismo, en Tezcatlipoca; y es Teyocoyani, El que crea a los Seres, en Quetzalcoatl.
Después de la conquista en 1521, quedó aprisionada la sabiduría de la Dualidad y distorsionada por religiosos hispanos, como Fray Bernardino de Sahagún, Fray Andrés de el Olmos o Fray Diego Durán, más preocupados en borrar los conceptos de los naturales, incomprensibles para ellos, para sustituirlos por la religión cristiana.
Fue tenaz el esfuerzo de los religiosos, sin embargo, no lo lograron del todo, el concepto de la Dualidad nunca se perdió plenamente y aún está vigente en la comprensión de lo que sucede en la Naturaleza y en la vida cotidiana en los pueblos indígenas.

Para comprender el concepto de Ometeotl, hay que deshacerse del concepto de dioses o deidades, y reconocer las manifestaciones de la fuerza actuante de los principales elementos de la Naturaleza representada en los códices y en la escultura prehispánica, con figuras humanas, desde una perspectiva espiritual, mental y corporal de los seres humanos, como se perciben esas fuerzas y todos sus atributos individuales.
Finalmente, con el sentido de la Dualidad en equilibrio, el desequilibrio causado por el patriarcado, es decir, la ventaja del varón sobre la mujer, cae por su propio peso, puesto que la mujer conserva su esencia de mujer y el varón el suyo, ambos con sus propias responsabilidades y sus propios derechos.
Arturo Meza Gutiérrez
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