Hoy es la festividad de Santa Teresa de Ávila.
Mística y Magdalena
Teresa de Ávila, la primera mujer en ser proclamada Doctora de la Iglesia, siempre ha tenido un lugar muy especial en mi corazón desde que era niña. Mis padres me pusieron su nombre (mi nombre es Ana Teresa), y su fe y oración va más allá de cualquier religión establecida. Fue una Mística, una Magdalena, una Virgen Cósmica, una Mujer de Negocios, una Visionaria.
Nacida en Ávila en 1515 (numeración 66, el Divino Femenino), sus padres eran judíos que se vieron obligados a convertirse al catolicismo. Era una mujer noble y estaba dotada de belleza interior y exterior. Se dice que era tan radiantemente hermosa que la gente se detenía a mirarla con admiración mientras caminaba por las calles de Ávila. A los 19 años decidió ingresar al Convento ya que era sumamente espiritual y deseaba recibir una educación formal y no quería casarse y renunciar a su vida como buscadora de Conocimiento y Sabiduría. Sabemos que en este tiempo las mujeres se casaban a temprana edad y su destino era tener hijos y servir en el hogar.
Su oración fue extática y recibió muchas apariciones de la Madre María y Yeshua.
Le pedimos para que nos bendiga con su Fe y nos entreguemos al Amor de la Madre Divina. Para encarnar la Divina Presencia Femenina debe haber DEVOCIÓN, FE y RECEPTIVIDAD.
Una canción de amor
Majestuoso soberano,
sabiduría eterna,
tu bondad derrite mi dureza,
alma fría.
guapo amante,
dador desinteresado,
tu belleza llena mi embotamiento,
ojos tristes.
Soy tuyo, me hiciste.
Soy tuyo, me llamaste.
Soy tuyo, me salvaste. Soy tuyo, me amaste.
Nunca me iré de tu presencia.
Dame la muerte, dame la vida.
Dame enfermedad, dame salud.
Dame honor, dame vergüenza.
Dame debilidad, dame fuerza.
Tendré lo que me des.
Amén
- Santa Teresa de Ávila
"Siempre he tenido una tendencia a desarrollar un profundo cariño por los hombres que guían mi alma. Porque me siento segura con ellos, les expreso mi cariño. Esto a menudo parece hacerlos sentir incómodos. Siendo siervos del Señor temerosos de Dios, temen que mi amor por ellos, aunque sea un amor muy espiritual, pueda convertirse en una tentación peligrosa para mí, por lo que me han tratado con dureza. . . . A veces, cuando veía cómo malinterpretaban mis sentimientos por ellos, me reía de mí misms, pero no les dejaba ver lo desapegada que estaba con cualquier ser humano. Pero los tranquilicé y, a medida que me conocieron mejor, se dieron cuenta de que mi principal apego era el Señor. . . . Una vez que vi a este Amado mío y descubrí cuán fácilmente y cuán continuamente podía conversar con él, aumentó mi confianza en la amistad divina."
— Teresa de Ávila, de Teresa de Ávila: El libro de mi vida
Santa Teresa de Ávila fue monja y vivió en un Convento, pero vivió una Experiencia Femenina totalmente encarnada. Ella sentía y honraba al Divino Masculino y muchos hombres importantes estaban muy cerca de ella. Esto en su época también fue visto como algo perverso y peligroso por la Inquisición. Hubo muchos intentos de acusarla de herejía, pero el amor que un hombre poderoso tenía por ella fue lo que la salvó de ser quemada en las llamas.
Ana Otero
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