Gracias a las energías azules que han envuelto a Gaia durante este año 2021, deberíamos habernos empoderado lo suficiente como para haber decidido a través del magnífico poder de la voluntad dónde queremos estar y habernos situado ya en esta crisis global que está aconteciendo.
Toda crisis favorece el cambio y seguro que todos nosotros habremos hecho alguno en nuestra vida durante esta oportunidad que se nos ha estado brindando para hacerlos. Si ha sido así en ti, lo más probable es que hayas elegido servir a la Luz, que es lo que con toda seguridad viniste a hacer en este planeta.
La Luz es conocimiento y seguro que el alma ha estado y todavía estará impulsándote para que lo adquieras de una manera u otra. Seguro que habrás encontrado una grandísima cantidad de información que habrás tenido que discernir para aceptar o rechazar y que, en un momento u otro, tendrás que incorporar para ir tomando posiciones y completar el rompecabezas particular que conforma la guía con la que tendrías que seguir la misión que has venido a llevar a cabo.
¡Genial, hemos aprendido un montón de cosas! Y ahora, ¿qué? ¿Ya está? ¿Qué más podemos hacer llegados a este punto? ¿Acaso ya hemos ascendido?
La Ascensión no se basa en lo que uno sabe, si no en lo que uno siente. La estación desde donde parte la Ascensión no es la mente, es el corazón. La mente almacena el conocimiento que recibe del exterior, pero ahí ese conocimiento no alcanza la vibración adecuada para que nos beneficiemos de ello en este proceso ascensional si no pasa por el corazón, y el corazón solo le abre las puertas al conocimiento cuando ese conocimiento ha sido experimentado a través de la práctica; es entonces cuando el conocimiento se convierte en SABIDURÍA. El conocimiento es estático y no posee la cualidad de ascender, la Sabiduría sí, porque la Sabiduría es acción, que es lo que la evolución requiere.
La energía azul de 2021 dará paso a la energía dorada de 2022, la cual favorecerá el tránsito del conocimiento a la acción, es decir, de la mente al corazón, para aquellos que quieran llevarlo a cabo. Y, sobre todo, al tratarse esta vez de energía dorada femenina, impulsará lo que podríamos llamar la SABIDURÍA COMPASIVA.
Ya hemos dicho en otras ocasiones que podríamos definir la COMPASIÓN como «la pasión por comprender». Cuando esa cualidad se encienda en ti y te ilumine, podrás ver con claridad cuál es la situación real en la que te encuentras y qué es lo que deberías cambiar dentro de ti a nivel mental, emocional y físico para ser merecedor de acompañar a Gaia en su ascensión y lograr un hito sin precedentes.
Cuando hayas sido compasivo contigo mismo y hayas realizado en ti los cambios necesarios, gracias a la experiencia de llevarlos a cabo, inmediatamente desearás ser compasivo con los demás, y solo la Luz que irradiarás será el faro de miles de almas que, gracias a que verán los pasos que tú estés dando, se preguntarán cómo pueden caminar a tu lado. A su vez, con el conocimiento que de ello adquieran, ellos también se convertirán en los sabios compasivos que ahora el mundo necesita para contagiarse de Amor y de esa pasión por comprender a los demás, a pesar de que algunos todavía irradien muy poquita Luz o nada, de comprender los reinos de la Naturaleza, Gaia, los sistemas solares, las galaxias, los universos y todo lo creado por la Divinidad, e incluso a la Divinidad Misma.
No te quedes estancado en la mente, lleva el conocimiento adquirido hasta el corazón a través de la práctica de todo aquello que hayas aprendido que te permita ser compasivo primeramente contigo mismo, para luego ser compasivo con todos y con TODO.
Mi Voz Es Tu Voz estará a tu lado, como siempre, para narrar aquel conocimiento que necesites, pero ni Mi Voz Es Tu Voz ni nadie puede accionar ese conocimiento por ti para que pueda emerger el sabio o la sabia que eres en el fondo.
¡Si lo sientes así, haz tu parte! ¡Ahora más que nunca, tú y todos somos muy necesarios! ¡Feliz Año 2022, el año de la SABIDURÍA COMPASIVA!
Muy amorosamente, Elsa y Javier (Mi Voz Es Tu Voz)
Comentários