El regreso de la mujer salvaje✨

La feminidad interior necesita volver a la naturaleza. Está demasiado domesticada. Necesita salir de nuevo al mundo salvaje, ser liberada y emancipada. La feminidad es el alma, la psique. Nos hemos esclavizado a los hechos, a nuestra mente y a la lógica. 2 + 2 puede ser igual a infinito. Nosotros también somos ilimitados.

A las energías masculinas no les gusta el cambio, clasifican todo y utilizan la lógica para mantener el control, lo cual, como la mayoría de nosotros sabemos a estas alturas, es una ilusión. La parte masculina se siente amenazada por la incertidumbre. Pero esta es la forma de fluir, de tener fe y creer en tu capacidad y sabiduría innatas. Sabiendo que también contamos con un enorme equipo espiritual que nos apoya. Esto es lo que las energías femeninas en nosotros mismos saben profundamente. El lado derecho de nuestro cerebro está abierto al cambio y lo fomenta, quiere innovar y probar cosas nuevas. Demos vida a nuevas creaciones e ideas.

Esto es el renacimiento de lo femenino. Saquémosla de la jaula en la que la hemos encerrado. Invitémosla a tomar el volante de nuestras vidas para que nos lleve hacia el misterio y no repitamos solo lo conocido. Dejemos de proteger ferozmente el statu quo, que se basa únicamente en principios masculinos. Es hora de derrumbarlo. Esto solo ha servido para alimentarse de la Madre, convirtiéndonos en depredadores. Esto no es compatible con la vida. Hemos agotado los paradigmas masculinos. Es hora de alcanzar el equilibrio dentro de nosotros mismos y con la Madre Tierra y sus reinos.

La mujer salvaje ha sido perseguida, quemada, asesinada, marcada y torturada durante siglos, y muchos millones de mujeres han muerto, y esto sigue ocurriendo cuando expresan su libertad y su feminidad salvaje. Invítala a salir. Dile que por fin es seguro. Hoy la necesitamos. Sin ella no somos capaces de reinventar la humanidad. Es su espíritu, su medicina y su naturaleza salvaje lo que te permitirá volver a conectar con tu lado salvaje. Recuerda, estamos demasiado domesticados. Es hora de recuperar nuestro lado indomable, nuestra libertad.

Pídele en meditación o con tu intención que vuelva a ti. Si puedes hacerlo en la naturaleza, te resultará más fácil conectar. En realidad, ella ya está esperando en la puerta, esperando tu llamada y tu reconocimiento. Está más que preparada.

Tienes un poder salvaje dentro de ti y se llama mitocondria. Cada célula de tu cuerpo tiene un principio femenino salvaje y divino llamado mitocondria, que son las fábricas de combustible que generan tu chi, tu fuerza vital. Si sufres de fatiga crónica y falta de vitalidad, despierta a la mujer salvaje que hay en ti. Esto hará que tus mitocondrias comiencen a alimentarte con esta fuerza vital.

Heredaste tus mitocondrias de tu madre, no de tu padre. Todas ellas se convirtieron en parte de ti a través de tu madre. Esto es lo que nos conecta con la Madre Original, que en la ciencia se llama Eva Mitocondrial, la primera madre de la que todos descendemos. Ella era una mujer salvaje. No era la que se escondía en casa, era la que sostenía a toda la tribu y la comunidad. Ella era la que se aseguraba de que prosperáramos, sobreviviéramos y fuéramos cuidados.

La mujer salvaje es la feminidad sagrada que nos nutre, nos cuida y nos sostiene con su propio cuerpo, igual que una madre con su bebé. Hemos perdido nuestra conexión de respeto sagrado y colaboración. Solo seguimos agotando sus recursos y ella está agotada. Y nosotros también.

Liberemos ahora a la mujer salvaje. Cuando vayas a trabajar mañana, ponte calcetines que no hagan juego o lleva café a alguien a quien no aprecias tanto en el trabajo. Los actos inesperados de generosidad y amabilidad son una de las mejores formas de sacar a relucir a la mujer salvaje. Ve al bosque y medita sentado en el suelo, quizá desnudo, en plena naturaleza, siente cómo te conectas y siente los latidos del corazón de la Madre, sintonizando los latidos de tu corazón con los suyos al mismo ritmo. Haz algo completamente inesperado. Libérate. Rompe el patrón y el hábito de ser tú mismo. Sorpréndete a ti mismo y a los demás. Sé amable y generoso.

Es hora de que volvamos a conectar con nuestro espíritu salvaje.

La Madre y yo somos Uno.

Ella vive dentro de mí como yo vivo dentro de ella, inseparables.

Mi medicina es la medicina del océano, los bosques, los desiertos.

Mi poder es su poder, como el de la tormenta y el rayo, el de la montaña y del suave arroyo.

Mi vida es su vida, inagotable, eterna.

La Madre y yo somos Uno.

---

Versión en inglés:

The inner feminine needs to be rewilded. She´s far too domesticated. She needs to come out into the wilderness again, be freed and liberated. The feminine is the Soul, the psyche. We have become to enslaved by facts and our mind and logic. 2+2 can equal infinity. We too are limitless.

The masculine energies do not like change, it classifies everything and uses logic to maintain control, which as most of us know by now, it is an illusion. The masculine part feels threatened by uncertainty. But this is the way of flowing, of faith and believing in your innate capacity and wisdom. Knowing that we also have a huge spiritual team supporting us. This is what the feminine energies in ourselves know deeply. This right side of our brain is open to change and encourages it, wants to innovate and try new things. Let´s bring new creations and ideas into being.

This is the rewilding of the feminine. Let´s take her out of the cage we have put her in. Invite her to take the steering wheel of our lives to be led to the mystery and not to repeat only the known. Stop protecting fiercely the status quo, which is based on masculine principles only. It is time to collapse it. This has kept only feeding from the Mother, becoming predatory. This is not life supporting. We have exhausted the masculine paradigms. It is time to come into balance within ourselves and with Mother Earth and her realms.

The wild woman has been persecuted, burned, killed, branded and tortured for ages and many millions of women have died and this is still going on when they express their freedom and their wild feminine. Invite her to come out. Tell her it is finally safe. She is need today. Without her we are not able to reinvent humanity. It is her spirit and her medicine and wildness that will allow you to rewild yourself. Remember, we are too overly domesticated. It is time to bring back the wild side. Ask her in meditation to come back to you. If you can do it in nature, you may connect easier. She is actually already waiting at the door, waiting for your call and recognition. She is more than ready.

You have the wild power inside of you and it is called the mitochondria. Every cell in your body has a divine wild feminine principle called mitochondria, which are the fuel factories that generate your chi, your vital force. If you are suffering from chronic fatigue and vitality, reawaken the wild woman in you. It will get your mitochondria to start fueling you with this life force.

You inherited your mitochondria from your mother, not your father. They all became part of you from your mother. This is what connects us to the Original Mother that in science is called the Mitochondrial Eve, that first mother we all descended from. She was a wild woman. She was not the one hidding at home, she was the one that supported the whole tribe and community. She is the one that made sure we would thrive and survive and be nurtured.

The wild woman is the sacred feminine that nurtures and nurses us and sustains us with her own body, just like a mother with her baby. We have lost our connection of sacred respect and collaboration. We only keep draining her resources, she is exhausted. And so are we.

Lets set the wild woman free now. When you go to work tomorrow wear socks that don´t match each other or bring coffee to someone that you don´t really appreciate as much at work. Unexpected acts of generosity and kindness are one of the best ways to bring the wild woman out. Go into the woods and meditate bear-butt in nature, feel yourself connecting and feel the heartbeat of the Mother, tuning your heartbeat to hers in the same rythm. Do something completely unexpected. Be freed. Break the pattern and habit of being yourself. Suprise yourself and others. Be kind and generous.

It is time we rewild our spirit.

The Mother and I are One.

She lives within me as I live within her, inseperable.

My medicine is the medicine of the ocean, the forests, the deserts.

My power is her power, like that of the storm and the lightning, of the mountain, of the gentle creek.

My life is her life, inexhaustible, undying.

The Mother and I are One.

Alberto Villoldo