Cada cristal tiene una frecuencia de resonancia que se crea con la geometría de la red cristalina, la firma vibratoria de los elementos incorporados en la red durante la cristalización y la forma macroscópica del cristal, natural o diseñada (terminaciones, número de facetas, etc. determinar el número de celdas unitarias dentro del cristal), y esta frecuencia resonante transmite y recibe información con la geometría energética del campo cuántico.
Podemos programar la red cristalina usando nuestra intención coherente corazón-cerebro, que es una forma de onda que se suma a las formas de onda cuántica de la red cristalina, para promover sutiles transiciones de fase en las ubicaciones 3D de los átomos para cambiar la frecuencia resonante y promover las transiciones de fase en la geometría del campo cuántico para integrar nueva información y energía. Por ejemplo, para purificar y amplificar la firma de frecuencia resonante del alma.
Otra teoría conceptual es que esta nueva frecuencia resonante es una fuente de luz coherente que ilumina información diferente del patrón de difracción de la Flor de la Vida del campo cuántico. Las expresiones energéticas de la red cristalina de las unidades esféricas a escala de planck se correlacionan con las 64 expresiones energéticas fundamentales del I-Ching, la conciencia supramental, el cuerpo causal y la superconciencia desde la perspectiva védica, y la esencia del alma Jing de la tradición taoísta.
Michele Kattke, Quantum Crystalsphere
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