La Cabalá es la sabiduría que nos permite descubrir la fuerza que gobierna toda nuestra realidad.
Se trata de una sabiduría ancestral que se remonta a la Antigua Babilonia hace unos cuatro mil años. La Cabalá nos conduce, por medio de su vertiente práctica, al alcance del propósito de nuestra existencia y a las respuestas definitivas a los interrogantes de la vida tales como: cuál es el sentido de mi vida, por qué y para qué fuimos creados, cómo entender el mundo en que vivimos y qué hacer para sentirnos más seguros en este mundo.
Esta meta sublime está diseñada para ser revelada a toda la humanidad, a cada uno de nosotros, aquí y ahora, en el transcurso de nuestra vida sobre la Tierra.
La rama práctica de esta sabiduría nos asiste en nuestros estudios del mundo espiritual de igual forma que las ciencias naturales, como la física, la química y la biología, nos sirven para explorar nuestro universo; y tal como las ciencias naturales hacen uso de nuestros cinco sentidos para sus investigaciones en este mundo, la Cabalá nos conduce al desarrollo de un sentido adicional mediante el cual podemos explorar y hasta influenciar las fuerzas que gobiernan nuestro mundo aunque éstas trascienden nuestros cinco sentidos naturales.
La Qaballah judía es un mapa de los mundos multidimensionales, basado en 10 Esferas de Conciencia o Sephirot. Es un viaje cósmico desde lo de arriba hasta lo de abajo, de Kether a Malkuth, del Cielo a la Tierra. El pináculo es Keter, el número 1 de 10, el más alto o Supremo, el Adam Kadmon, el Hombre Primordial, la Corona, el Ain Sof Aur o Luz Luminosa Infinita, el espacio donde nos fundimos con lo Divino.
"La esencia de la Cábala Mágica,
que es la aplicación práctica del Árbol de la Vida,
es desarrollar estos circuitos magnéticos de los diferentes niveles,
y así fortalecer y reforzar el alma".
(The Mystical Qabalah, por Dion Fortune p.214)
Un rayo puede ser visto descendiendo a través de la Escala de Jacob de los 4 Mundos de Atziluth (el Arquetípico, sin forma, el Yo Esencial, el Código Espiritual que somos antes de encarnar), a través de Briah el creativo, la creación, observando nuestro Ego, a través de Yetzirah, el formativo, la formación, la información, el espacio donde asumimos la forma con el mundo de los Ángeles, el Yo Animal y finalmente a través de Assiah, el Yo Corporal, donde nos manifestamos, encarnamos, completando la Creación física.
¡Aunque, debemos pasar por El Velo, y el Muro y luego el Abismo de Da'ath!
En medio de esta red de 10 Círculos o 10 Dimensiones, hay una 11ª invisible, parecida a la Teoría de las Cuerdas de 11 dimensiones, llamada Da'ath (o Conocimiento) que considero el agujero de gusano o portal que permite el acceso a los Muchos Mundos, se encuentra por encima del 6º Sephirot llamado Tip'areth o el Corazón, el Sol, el centro de este modelo, por lo que Da'at es realmente el Corazón Superior, la puerta de entrada antes del Ain Sof. La geometría que gobierna esta esfera invisible es la posibilidad infinita de anidar el Icosaedro dentro del Dodecaedro basado en la Proporción Dorada o Divina Phi que es Invariante de Escala, lo que significa que podemos viajar al Átomo o al Universo de forma no destructiva.
Este mapa de 10 círculos del cosmos contiene una infinidad de significados crípticos, capas y sabiduría arcana. Para llegar a la base del Árbol de Navidad, observemos ahora 3 esferas que forman una Tríada Astral: siendo 7 o Netzah, conectando con 8 o Hod, conectando con 9 o Yesod. La 7 o Netzah es la Victoria, la victoria sobre los sentidos, regida por la Diosa Afrodita o Venus, es la resistencia, el arte, la belleza, la creatividad. Conecta con el 8 o Hod que es la Majestad y se relaciona con el planeta Mercurio que ama la Mente de las Matemáticas y la Filosofía.
Cuando ambos se unen al 9 o Yesod o Fundación, que es el reino de la Luna que gobierna nuestras emociones, esta energía triangulada se convierte en el artesano cósmico, el músico místico, el escultor soñador que se esfuerza por expresar su Alma. Ahora este Triángulo, podría conectarse a la Esfera de 10 o Malkuth, o la Tierra, y formar un Tetraedro que apunta hacia abajo, que es sobre la Encarnación en el nivel físico, pero esta Alma está ahora fuera de la rueda del karma, teniendo su última Encarnación, y busca enviar hacia arriba 3 largas flechas hacia el Ápice, hacia el máximo Cenit, la Esfera de la Unidad, Keter, para completar su Iniciación de regreso al Hogar a la Fuente. Así que lo que se forma es algo más que un triángulo alargado plano, sino más bien un prisma tetraédrico alargado basado en Phi. Ahora visualiza desde la cima de esta Pirámide, hasta la base, es un vórtice continuo de energía que forma un cono de luz giratoria.
Este es el verdadero Árbol de la Luz, el Árbol de Navidad en el que colocamos nuestros regalos de gratitud en su base, en el que decoramos su cúspide con un pentáculo de luz, en el que colocamos chucherías de colores o pequeñas esferas en sus ramas, porque estos son los potentes símbolos de los planetas, de nuestro sistema solar.
Como humanos, para complacer a nuestra mente inquisitiva, necesitamos símbolos con significados tan profundos para sentir que pertenecemos a alguna superestructura que existe dentro y fuera, que somos el puente entre todos los mundos.
Aquí una explicación por Jain 108:
Jain 108
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